Este limpiador refrescante de ciruela verde representa una opción ideal para quienes desean una limpieza eficaz sin comprometer la integridad de la barrera cutánea. Su formulación ligeramente ácida respeta el pH natural de la piel, lo que es crucial para preservar su función protectora frente a bacterias, contaminación y otros factores irritantes. La piel sana mantiene un pH entre 4.5 y 5.5, y cuando este se ve alterado por limpiadores demasiado alcalinos, pueden aparecer síntomas como tirantez, enrojecimiento o sensibilidad. Esta fórmula está diseñada específicamente para evitar estos efectos, promoviendo una experiencia de limpieza que también fortalece la piel.
El uso de ingredientes naturales de la medicina tradicional coreana, conocidos como Hanbang, añade un valor terapéutico a este limpiador. El agua de ciruela, con su alto contenido en ácidos orgánicos y vitaminas, no solo elimina impurezas sino que además facilita una exfoliación suave, lo que contribuye a una textura cutánea más uniforme y luminosa. Por su parte, el extracto de semilla de judía mungo tiene una acción calmante, antioxidante y regeneradora. La saponina que contiene este ingrediente actúa como un humectante natural que previene la deshidratación cutánea tras el lavado.
Su textura en gel hidratante transforma la rutina de limpieza en un momento confortable, ideal para personas con piel seca, sensible o que presentan desequilibrios como resequedad localizada o exceso de sebo. A diferencia de los limpiadores agresivos que dejan sensación de tirantez, este producto mantiene una hidratación adecuada incluso después del enjuague, lo que lo hace apto para el uso diario. En definitiva, es una propuesta muy completa que combina ciencia y tradición para brindar una limpieza eficaz, suave y respetuosa con la fisiología de la piel.
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