Esta crema ofrece un enfoque nutritivo, dirigido a alimentar la piel, mitigar las irritaciones y reparar diligentemente el daño en la barrera cutánea. En el núcleo de su formulación reside la Centella asiática fermentada de Madagascar. La fermentación, junto con los probióticos de origen vegetal, potencia los beneficios de la Centella asiática, calmando eficazmente las irritaciones y acelerando la restauración de la barrera natural de la piel, dañada por agentes externos. Un componente adicional es la Ceramida NP, que, debido a su similitud con la estructura de la barrera cutánea, contribuye a su reconstrucción e fortalecimiento, fortificando la piel contra factores estresantes externos. Para amplificar aún más los beneficios de esta crema, se ha integrado una combinación de aceites de semillas, conocidos por su capacidad para nutrir la piel y combatir la sequedad, manteniendo la piel flexible y suave.
A pesar de su alta concentración, esta crema se desliza fácilmente, dejando una sensación sedosa. Como resultado, la piel experimenta una textura suave y aterciopelada después de la aplicación. Además, su formulación específica garantiza su compatibilidad con pieles sensibles. En resumen, esta crema promueve la salud cutánea al brindar nutrición, reparar la barrera cutánea y proporcionar efectos calmantes.
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