Este producto capilar ha sido cuidadosamente formulado para ofrecer un tratamiento nutritivo y seguro, libre de ingredientes potencialmente irritantes o dañinos. No contiene parabenos, siliconas, sulfatos, formaldehídos, trietanolamina, imidazolidinil urea, BHA ni BHT, lo que lo convierte en una opción ideal para quienes buscan una rutina capilar más limpia y respetuosa con el cuero cabelludo y el medio ambiente.
La fórmula destaca por su alto contenido en ingredientes botánicos de reconocida eficacia. Contiene aceite de semilla de argán y manteca de karité, conocidos por sus propiedades profundamente hidratantes y reparadoras, ideales para restaurar el brillo y la suavidad en el cabello dañado. Además, incorpora extractos de plantas como orégano, romero, lavanda, raíz de ginseng, higo, granada, camelia, anís y aceite de fruta de bergamota y mandarina, que aportan antioxidantes, vitaminas y propiedades calmantes que revitalizan el cuero cabelludo y fortalecen la fibra capilar desde la raíz hasta las puntas.
Para su aplicación, se recomienda utilizar el producto después del lavado con champú. El exceso de agua debe eliminarse suavemente, y luego se debe rociar de forma generosa sobre las zonas más dañadas del cabello. Posteriormente, puede dejarse secar al aire o bien utilizar un secador. Para un efecto más duradero y beneficioso, se sugiere reaplicar el producto de manera frecuente sobre el cabello seco y áspero, ayudando a mantenerlo nutrido, manejable y visiblemente más saludable.
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